Contabilidad, impuestos y gestión
Al momento de evaluar la empresa agropecuaria, es importante mirarla de forma integral, evaluando las distintas áreas que abarcan el negocio. De esta manera, así como resulta clave prestar atención a la parte productiva, financiera y comercial, también resulta indispensable atender a los aspectos administrativos.
La administración debe entenderse como transversal a toda la actividad que desarrolle la empresa. Precisamente en el área administrativa repercute desde la primera decisión de inversión y su financiación, hasta la logística, venta y distribución de resultados. Por consiguiente, es imprescindible definir procesos para que la comunicación sea fluida y oportuna.
Partiendo de esa base, el área administrativa tiene como objetivo transformar datos en información útil para la toma de decisiones. Esas decisiones tanto para la gestión como para el sector impositivo deben tener como pilar una contabilidad sólida y ordenada.
Si pensamos desde la contabilidad base hacia la gestión, debemos buscar una organización de la información que permita una rápida lectura para los informes de gestión. El trabajo pensado como un proceso donde lo que se registra en la contabilidad puede ser tomado como input para el armado de la información de gestión, debiendo realizar la menor cantidad de ajustes posibles y contar con una buena lectura de los datos.
¿Que deberemos tener en cuenta? Definir el plan de cuentas a utilizar, los distintos centros de costos por actividad y unidades de negocio. Un buen ejercicio es pensar que salidas deseamos obtener, yendo desde el final hasta el inicio, para pensar la organización de la empresa en función del objetivo deseado.
En materia de gestión buscaremos dar respuesta a cuestiones de rentabilidad, solvencia, y liquidez.
En materia impositiva el objeto en primera instancia es cumplir con los distintos regímenes de información y obligaciones fiscales en tiempo y forma. Pero también en virtud de profesionalizar la empresa agropecuaria, el objetivo es ser eficiente en materia fiscal y trabajar en la determinación del resultado sujeto a impuesto. Es decir que el mismo se encuentre dentro de los rangos previstos y no se trate de una determinación impuesta por falta de planificación, evitando efectos sorpresas.
Lo impositivo tiene un impacto significativo en la rentabilidad final, por eso es clave trabajar en este aspecto, el cual está conectado con el resto de las áreas, donde el fin último es lograr la sostenibilidad de la empresa en el tiempo construyendo empresas rentables.